Se suscribe un contrato de compraventa de vivienda que incluye en la Memoria de calidades la expresión “radiadores en habitaciones y también en los baños”. Se alega incumplimiento de la promotora y se discute si la expresión “baños” incluye también los aseos ya que la promotora afirma que la vivienda no tiene baños sino aseos y que, lo reducido de su superficie convierte en desproporcionada la exigencia de la instalación de los radiadores.
La Audiencia Provincial aprecia el incumplimiento de la promotora y basa su apreciación en los siguientes argumentos.
1. Integración del contrato
El art. 1258 CCiv (Nociones II, 4.3) establece que “los contratos obligan a todas las exigencias que, según su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley”
La Sala considera que una interpretación de la memoria de calidades discutida conforme a las exigencias de la buena fe y en favor del consumidor obliga a entender incluidas todas las dependencias de la vivienda, vendida a la actora y promovida por la demandada, en la instalación de calefacción ofertada, asimilando, a tales efectos, el aseo y el baño.
2. Interpretación del contrato contra proferentem o pro consumidor
“En materia de interpretación contractual, ha de traerse aquí a colación la regla de que la interpretación de las cláusulas oscuras no debe favorecer a la parte que, como redactor o instigador, hubiese ocasionado la oscuridad (art. 1288 CCiv), que en este caso es el promotor. En el mismo sentido, el art. 10.2 de la Ley para la Defensa de los Consumidores y Usuarios [hoy art. 80.2 LGDCU] sienta la regla de interpretación contra proferentem, según la cual, y en armonía con el citado art. 1288 del CCiv, «en caso de duda sobre el sentido de una cláusula prevalecerá la interpretación más favorable para el consumidor» (Nociones II, 4.2.F), que, en este caso es el adquirente de la vivienda”.
SAP La Coruña 11/10/2007, ROJ: SAP C 2898/2007